sábado, 20 de diciembre de 2014

INICIACION DE SAHUMADORAS



 
Te invitamos a participar de este hermoso taller.
Inicia el 2015 con un nuevo arquetipo que duerme en tu Corazón.
 
La Sahumadora,
 
Bendiciones de Mujer Sacerdotiza,
Sylvia Rodríguez

LA CUEVA – LA CAVERNA

                                                    CUEVA VENTANA EN PUERTO RICO
                                                       
La primera casa de la especie humana fue la Cueva, en esa hendidura natural de la tierra encontró refugio, calor, protección. Esa información la llevamos guardada en la memoria ancestral.

Más la Cueva ha sido definida como “El Lugar de los Orígenes”, el sitio de donde surge un linaje, una cultura, la base que la sustenta. Cueva y útero están íntimamente asociados.

En algunas cuevas o cavernas, los seres humanos han encontrado respuesta a sus enigmas, han recibido grandes revelaciones, incluso algunos sitios oraculares cobraron gran fama, como por ejemplo Delfos, cuya raíz delphys significa útero.

La cueva ha sido considerada un sitio “iniciático”, un lugar apropiado para llevar a cabo ciertos rituales y prácticas, las cuales permiten entrar en contacto con el lugar del cual viene la vida, que posee sus poderes y misterios y que en ciertas circunstancias otorga al ser humano una transformación, la conversión de un ser común en uno con características especiales.

Grandes ejemplos sobre la importancia de la Cueva tenemos en el Anáhuac, recordemos la cueva con forma tetrápetala que se encuentra en la base y centro de la llamada Pirámide del Sol en Teotihuacán, así también Chicomoztoc “El Lugar de las Siete Cuevas” tan citado en el antiguos amoxtli.

La analogía entre madre, vientre, útero, matriz, cueva, es innegable, evidentemente el vientre de una mujer embarazada semeja una cueva en la cual se gesta la vida.

En el Anáhuac la cueva se equiparo a la boca de una sierpe o de un jaguar. Se consideraba un requisito indispensable para adquirir ciertas características, el ingreso a la misma, ser “devorado” por ella, “triturado” para de ahí volver a articularse de nuevo, convertido en un nuevo ser.

El corpus escultórico de los Olmecas nos muestra de forma evidente este emerger de la sagrada cueva, que es también representado posteriormente en el arte de todo el Anáhuac.

 Una cueva es también el Temazcalli, el divino vientre de la Madre, al cual se ingresa para depurar el ser, librarlo de impurezas de toda índole. Del temazcal se surge convertido en un ser de “mejor calidad”.

 
Actualmente, hoy 16 de diciembre del 2014, hasta el sábado 20, nos encontramos en Luna Menguante, ciclo que llama a ingresar a la cueva del propio ser, a encontrar respuestas en el silencio interno. Durante el Solsticio de Invierno el 21 de diciembre, con la presencia del Sol Niño, con su nacimiento, decretemos que florezca la luz, que florezca.

Con Amor Inphinito: Lolita Vargas Martínez - Malinalticitl