jueves, 15 de octubre de 2015

La psicocibernética



Saludo:

  Estamos viviendo tiempos muy acelerados. Todo tiene una razón. Llego la hora de integrar la mente inferior con la mente superior. (La Mente Divina). Este artículo interesante para comprender nuestra mente inferior o sea la mente intelectual. Para entender poco a poco el proceso de transición.

 Los grupos de cuántica informan la importancia de las seis esferas mentales. A continuación información sobre la psicocibernética.

Gracias por esperar cada publicación.
Bendiciones de Luz, Sylvia
La psicocibernética
  Es el estudio de la mente, y del gran conjunto formado por la inteligencia, el pensamiento y la memoria. Nos permite analizar las impresiones recibidas por medio de nuestros sentidos y actúa de acuerdo con el criterio alcanzado por el desarrollo mental y evolutivo del ser humano: es la que permite el logro del autocontrol, mediante su apropiada utilización para poder forjar todas las cosas a la perfección. (Para un mejor entendimiento de éste artículo, es recomendable haber leido las anteriores lecciones elementales de ciencia cósmica, desde: Mecánica Cuántica)

  Al conformarse los fetos en los planos paralelos de coexistencia: el yo en tercera dimensión y el ello en cuarta. En ese momento se forma el material necesario para la inserción de SEIS ESFERAS MENTALES de las SIETE existentes; éstas seis esferas electrónicas, son las que constituyen nuestra mente. La séptima esfera mental permanece en los vitris de las manos del YO SUPERIOR en quinta dimensión y es, la Unidad Electrónica de control, en la cual se resumen los quántos generados por los impulsos áuricos, convirtiéndola en nuestro registro AKASHIC o registro vivencial de todas nuestras encarnaciones y nuestra evolución. 

  Las seis esferas restantes son insertadas a nivel etérico y físico en nuestro propio cerebro por nuestro Yo Superior entre el primero y el cuarto día del nacimiento del yo y el ello; es decir, más o menos a los cinco o seis días después de la fecundación del óvulo por el espermatozoide; en ese momento “nace” el ser y la Chispa Divina penetra en él. 

  A partir de éste momento, el niño desde el vientre materno entra ya en comunicación con su madre y le envía impulsos cerebrales en forma telepática. Lo llamados antojos de la madre no son otra cosa que la comunicación telepática que hace el ser desde el vientre pidiendo lo que necesita para su desarrollo. 

  Por ejemplo, si el ser que está formando su envoltura física, fue un yogui hindú, complemente vegetariano, la madre sentirá un rechazo hacia la carne a pesar de gustarle y por otro lado sentirá la necesidad de consumir nueces, frutas, miel y leche pura que necesita el nuevo ser para su formación.

  Las esferas mentales, están constituidas por formas heptocúbicas-plasmáticas constituidas por quantas plasmáticos; los cubos del heptocubo tienen cada uno 8 quantas; o sea un total de 56 quantas para cada forma heptocúbica. 
 

  El centro de las esferas está constituido por analfas pensantes y también por los retenes plasmáticos, que son líneas que tienen la particularidad de guardar información sobre la manera de grabar otro tipo de analfas. En cada esfera hay un número muy grande de éstas formas, aproximadamente 85.000.000, en las cuales hay ausencia de material inerte o discordante, por lo que, éstas esferas mentales serán los depósitos de las experiencias del ser a lo largo de su evolución mental y actúan como material virgen para grabar imágenes provenientes de nuestras impresiones, conscientes o inconscientes, las cuales recibimos a diario por intermedio de nuestros cinco sentidos. Estas esferas, al igual que las analfas que las forman, son indestructibles y eternas, ya que ni la muerte, ni el rayo láser, ni la bomba atómica pueden destruir o alterar las grabaciones análficas. 

LAS ESFERAS MENTALES SON:

PRECONSCIENTE: Es la primera de ellas, se encuentra cubriendo totalmente el cerebelo: en ella se producen todos los fenómenos paranormales. Es utilizada por el Yo Superior como vehículo, para enviar por su intermedio órdenes o estímulos. Se divide en tres lóbulos independientes: (a) lóbulo lateral, el cual actúa directamente con el Yo Superior; de allí según sea el caso, pasa la orden a los lóbulos izquierdo o derecho, para seguir hacia las esferas 3 o 4, 5 o 6, pasando siempre por la número  2. (b) lóbulo derecho, el cual actúa con el yo y (c) lóbulo izquierdo, el cual actual con el Ello. 

SUBCONSCIENTE: Es la segunda esfera; se encuentra prácticamente en el centro del cerebro cubriendo el núcleo rojo, el nervio óptico, la hipófisis, el acueducto de Silvio, el puente de varolio, el cuarto ventrículo, la glándula pineal, el corte de trígono y la capa óptica. Es el área residual de impulsos electrónicos que son rechazados por el patrón conductual. Actúa como transformador, alternando los mensajes recibidos en la esfera número 1, condicionándolos y mezclándolos con la información original; el subconsciente es como un basurero de cargas inarmónicas negativas, dañinas al Yo. 

CONSCIENTE Es la tercera esfera; se encuentra ubicada sobre el hemisferio cerebral derecho, en la parte anterior (sobre el ojo derecho); graba analfas provenientes de experiencias del yo consciente. La utilizamos en estado de vigilia, pero solamente de una manera incipiente, ya que no utilizamos sino una cuarta parte de su capacidad. 

CONSCIENTE CONTINUO Es la cuarta esfera; también se le llama causal y se encuentra situada en el hemisferio cerebral izquierdo en la parte anterior (sobre el ojo izquierdo); graba analfas provenientes de experiencias e impresiones del ello.
SUPRACONSCIENTE Es la quinta esfera; se encuentra en el hemisferio cerebral izquierdo en la parte posterior (arriba de la oreja izquierda); en ella se archivan las impresiones profundas del ello.
SUBLIMINAL Es la sexta esfera; se encuentra situada en el hemisferio cerebral derecho en la parte posterior (arriba de la oreja derecha); en ella se graban analfas provenientes de estímulos inconscientes del yo.

 Estas dos últimas esferas la quinta y al sexta graban información proveniente de los mundos divinos, es decir; graban información de los planos celestiales, ya sea de nuestro yo superior o de los maestros que han logrado su ascensión a un plano superior. Las cuatro esferas que se encuentra situadas en los dos hemisferios cerebrales: las esferas consciente, consciente causal, supraconsciente y subliminal, tienen cuatro niveles de actuación: Alfa, Beta, Etha y Delta. 




El primer nivel, Alfa, se encuentra entre la corteza cerebral y el primer tercio, aproximadamente, de profundidad de los hemisferios cerebrales. En éste nivel, cuya frecuencia de vibración es lenta logramos los niveles de meditación. 

El segundo nivel llamado Beta, se encuentra en la parte media o segundo tercio de los hemisferios cerebrales, donde realizamos todas nuestras actividades de vigilia; es prácticamente el único utilizado por la mayoría de los seres humanos. Es en este estado donde nuestra mente divaga entre el pasado y el futuro y a veces por pocos momentos vive el presente. 

El tercer nivel, Etha, cubre el último tercio de los hemisferios, alcanzando la parte superior del cuerpo calloso. En este nivel la frecuencia de vibración también es baja; lo alcanzamos en los estados de sueño crepuscular, es decir, aquel sueño que estamos entre dormidos y despiertos, pero viviendo una experiencia onírica real en la cuarta dimensión.

El cuarto y último nivel, denominado Delta, cubre el cuerpo calloso y llega hasta la altura aproximada de la glándula pineal. Resumiendo podemos decir que nuestras esferas 3 y 4, en un nivel alfa se manifiestan en estados de meditación profunda y en este mismo nivel las esferas 5 y 6 actúan en estados de hipnosis.

El nivel beta actúa en las esferas 3 y 4 en estado consciente, y de vigilia, y en las esferas 5 y 6 en estados de mediumnidad.



El nivel Etha trabaja en las esferas 3 y 4 en estado de sueño crepuscular y en las esferas 5 y 6 en estado de anestesia. 

El nivel Delta se manifiesta en las esferas 3 y 4 en estados de iluminación o éxtasis, lo mismo que las esferas 5 y 6. 

Información de autoría: 
Jorge Llorente, instructor de Ciencia Cósmica (Bogotá Colombia) 
Libro de enseñanzas: Las incertidumbres humanas (anónimo)
Introducción a la ciencia cósmica, Karenka – Publicaciones contacto la tierra, Venezuela

Referencia: