Es la figura de los dos triángulos entrelazados, conocida comúnmente como el Sello de Salomón, y considerada por los antiguos como el “Talismán de la eficacia poderosa”.
Desde muy lejana época se conoce este símbolo en lugares como la antigua Mesopotamia, Bretaña y en la península Ibérica. Podemos trazar su origen histórico hasta la Edad de Bronce con posibilidad real de ser aún más antiguo. Afirma el historiador de las religiones Mircea Eliade:
“Un objeto o una acción adquieren un valor, y de esta forma llegan a ser reales porque participan, de una manera u otra, en una realidad que los trasciende. ...el objeto aparece entonces como un receptáculo de una fuerza extraña que lo diferencia de su medio y le confiere sentido y valor”. (El Mito del Eterno Retorno, p. 14).
Desde este punto de vista, el hexagrama es una hierofanía, contiene un simbolismo que lo trasciende, deja de ser un simple símbolo para transformarse en objeto de poder en el cual se unen lo inmanente y trascendente, transformándose en lo sagrado. Como bien lo dice el propio Eliade, “para el hombre religioso”, la naturaleza nunca es exclusivamente “natural”, está siempre cargada de valor religioso. Esta sacralidad está profundamente contenida en el antiguo símbolo conocido como “Estrella de David”; o “Sello de Salomón”. Su valor real consiste en que en este “objeto” reside algo más superior a su existencia misma, que lo trasciende de ser algo común. Aquí el símbolo se transforma; y es entonces cuando representa otra cosa que él mismo, comulga ahora con lo divino cargándose de pura sacralidad. Para Mackey en su enciclopedia de la Masonería, p. 1432:
“Quizás de todos los talismanes con excepción de la cruz, no se conozcan ningún otro, que haya predominado tanto entre los Antiguos, como el Sello de Salomón o Escudo de David. Ha sido encontrado en la cueva de Elephants, en la India, acompañado de la imagen de Deidad y en muchos lugares famosos que aparecen en las religiones Brahmánica y Budista”.
Resurge como símbolo mágico tanto para musulmanes como para judíos. ¡Su origen no es exclusivamente judío! Ocasionalmente en su origen, aparecía en diversos artefactos judíos como sellos y lámparas. Uno de estos ejemplos data del siglo 7 a.C. encontrado en la ciudad portuaria de Sidón y perteneciente a un tal Joshua B. Asayahu.
Para los hebreos, se conocía como Magen y significaba Escudo y Talismán. Se marcaban o inscribían en ciertos caracteres dibujados con el tetragrama o nombre Inefable de cuatro letras o cualquier otro nombre sagrado sustituto. Al inscribirse en él, uno de los nombres sagrados de Dios, dicha inscripción se consideraba con poderes efectivos talismánicos. La tradición judaica revela que era utilizado con fines protectivos para el fuego, las quemaduras y los incendios. Hay evidencia que durante el periodo del segundo templo, el hexagrama aparece en la no menos importante estrella de cinco puntas o pentalfa. Evidencia encontrada recientemente nos reafirma que durante el segundo o tercer siglo d.C. aparece el hexagrama en la sinagoga de Capernaum aliado de la Swástica y el pentagrama.
Es fundamental su uso dentro de la tradición sagrada cabalística. En el Talmud judío aparece como signo de dominio sobre los demonios sustituyendo en nombre de Dios. (Git. 68-A.b) Partes de la Mesorah hebrea aparecen escritos en la forma del hexagrama o sello de Salomón; también en la Mezuzah (pergamino encerrado en una cajita que los judíos colocan sobre el dintel de la puerta de su casa, que contiene escritos los versículos 4 al 9, Cap. VI, 12 al 20 del Cap XI del Deuteronomio así como el gran nombre de Dios Shaddai).
Para Albert G. Mackey, aparece el hexagrama “en las iglesias, en donde se nos exhibe grabado en las paredes o en las puertas y ventanas” (Mackey, Enciclopedia; 1424). Los filósofos herméticos y los cabalistas hebreos de la Edad Media lo empleaban como uno de sus símbolos místicos.
Sabemos que su uso se extendió ampliamente durante la Edad Media. Los reyes de Navarra (España) lo utilizaban en sus sellos reales (siglos X y XI). Documentos notariales tanto de España, Dinamarca, Francia y Alemania testificaban su utilización tanto por notarios cristianos como judíos. En iglesias de la época Bizantina aparece el símbolo mostrando ciertas modificaciones en sus líneas. En la catedral de Anagni, se conserva un ejemplo en el trono del Obispo (1266).
La tradición mágica del sello de Salomón asociada a poderes mágicos religiosos se remonta a ejemplos del Korán, como a tradiciones secretas de la mística judía. En la Mezuzah hebrea hay doce ejemplos conteniendo el hexagrama unidos al texto tradicional original. En una tumba de Tarento al Sur de Italia, el hexagrama o sello de David se conecta al nombre de David.
Uno de los textos más antiguos, nombra el Sello de Salomón como explicación del “Alfabeto del Ángel Metatrón”. La importancia del Ángel Metatrón es fundamental en algunas de las corrientes místicas hebreas. Aquí, según los tratadistas, el nombre Santo se asocia al número cabalístico 72 (tomado de Éxodo 14:19-21), en el cual, según los exegetas cada verso contiene 72 letras y el cual se utilizaba como escudo protectivo unido al bendito sagrado MKBY. Posteriormente, posiblemente para el siglo XV, se sustituyó este nombre por el de Shaddai.
El nieto de Nahmanides (siglo XIV) en la obra cabalística Seferha-Gevul utiliza el término “Magen David” para referirse al símbolo o hexagrama.
En la antigua alquimia el símbolo representa la unión de elementos contrarios como el agua, aire, fuego y tierra. Históricamente llega hasta nuestros días. Dice el profesor Gershom Scholem de la Universidad Hebrea de Jerusalén lo siguiente:
“En 1354, Carlos IV le dio a los judíos de Praga la oportunidad de tener su propia bandera y es ahí? donde aparece la estrella de David en una bandera oficialmente, pero no es hasta los siglos XVII y XVIII que aparece con carácter oficial en Moravia y Austria, luego de Alemania del Sur y Holanda”.
Recordamos que es una figura geométrica hexagonal, que consta de seis puntos. Antiguamente se inscribía el nombre Inefable Sagrado de Dios dentro del hexagrama, razón por la cual su uso era realmente sagrado. Sin duda alguna, el estudio profundo de este tan importante símbolo resulta de un valor incalculable para el bienestar Espiritual de la Masonería actual que está en profunda crisis espiritual.
En los diplomas de Maestro Masón y de Past Master de la Logia Soberana de Puerto Rico, aparece el Sello de David o Sello de Salomón en su parte superior entre las dos columnas como parte del sello de la gran Logia. También aparece en el sello dorado del diploma de Past Master en la columna de la izquierda y en el sello rojo en la columna de la izquierda del diploma de maestro Masón.
Victor A.Cabello
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