domingo, 3 de agosto de 2014

Teúrgia y Fuego Sagrado


 
La Divina Theourgia es el establecimiento correcto de la más sana relación entre las fuerzas y poderes llamados y convocados por los hombres hacia los dioses. De hecho, los llamados Theoi son los dioses y ergon se refiere al trabajo, actividad y operación sacra. Y, en efecto, el   “Theion ergon” = puede muy bien definirse como el trabajo de los dioses. Así pues, el verdadero Teúrgo resultaría ser un Magister Sacrorum o Maestro de Lo Sacro, ya que su extraordinario poder reside en el dominio y conocimiento operativo del principio de simpatía universal. A este respecto, su conocimiento se transforma en purísimo poder, y es éste mismísimo poder-el que puede ser usado de dos formas-, el método más efectivo y experimental, para lograr controlar y acelerar el movimiento y desarrollo de la magia práctica a través del dominio ritual. “Theurgy, or the Telestic Work, was the very essence of the Teaching of the Mystery Schools of Egypt, of Samothrace and of Eleusis; of Zoroaster, of Mithras and of Orpheus.” (E. J. Langford Garstin, Theurgy or the Hermetic Practice, pág.9) En parte, dicha práctica teúrgica se convierte en sí misma en un libro del universo cuyas páginas debemos aprender a leer a través de la operación directa y  formal de las intrincadas fuerzas del cosmos y mediante el control ritual de la “corporeidad espiritual” depositada en la materia como en sus entornos invisibles. De manera similar, este poderoso “cosmos astrológico” es un enorme y complicado reloj astrológico, con amplias y profundas ramificaciones y extraordinarias posibilidades de ser manipulado por el conocimiento experimentado del concepto de la noción de simpatía y afinidades mágicas del Teúrgo Sabio.

En consecuencia, el proceso teúrgico es convertido en una Scientia Sacra y su ritual de comunicación CONSCIENTE es fusionado a la capacidad de transformación y adquisición del equilibrio cósmico. Por otra parte, este se encuentra también muy unido a la posibilidad -muy real-, de formalizar y encauzar la debida ascensión espiritual hacia las regiones más recónditas de la luz Divinal. En efecto, para los griegos el Teletai, era un Hierofante de los Rituales Verdaderos y un Maestro de las Sagradas Doctrinas de la Divina Inspiración. Es posible, por tanto, que su valor consistía en poder elaborar un plan práctico de restablecer la unión original con la fuente divina. Así pues, de esta manera podía ser llamado y proclamado como el Hierofante del Cosmos Entero (“koine hierophantes Tou holou Kosmou’’) según A. Uzdavinys. Por lo general, su deber y misión ministerial era dirigir, mediante su poder teúrgico y muy personal, el consabido y arduo proceso para lograr el acceso y alcanzar la iluminación y la visión espiritual más efectiva y directa (epopteia) hacia el camino de la Verdad y la Unión (henosis), con la fuente primordial de los Principios Divinos. Sin duda, la teúrgia se fundamenta en lo más fino y educado de la “locura teléstica divina” como también, en los más antiguos y nobles principios de la “danza de la montaña dionisíaca” o  el chamanismo primitivo (E.R. Dodds, Los Griegos y lo Irracional, pág. 81).

Por otro lado, para el sabio y erudito Dodds, el viejo Dionisio poseía toda la ciencia y maneras de transformarse en el Maestro de las Ilusiones Mágicas y también el filósofo Empédocles podía convertirse en,-… “representando una regresión a un tipo más antiguo’’- en todo un poderosísimo ¡CHAMÁN!  “Si yo no me equivoco, Empédocles representa, no un nuevo, sino antiguísimo tipo de personalidad, el del chamán, que combina las funciones todavía indiferenciadas de mago y naturalista, poeta y filósofo, predicador, curandero y consejero público”. (Dobbs,  págs. 143,161). Adicionalmente, no solo para el ilustre investigador y erudito famoso E. R. Dobbs, los mencionados eran importantísimos “magos y chamanes” sino que: “Hay, sin embargo, otro chamán griego, mas importante, que indudablemente sacó consecuencias teóricas e indudablemente creyó en la reencarnación. Me refiero a Pitágoras’’ (Dobbs, pág.141). Ahora bien, también para Dobbs, tanto Orfeo el mago y emisor de oráculos, como sin duda alguna, el viejo Zalmoxis encarnan el prototipo del chamán.

Confirma esto, que este chamanismo primitivo se asocia ampliamente con la sabiduría de la magia teúrgica y la “cultura chamanística”, en general. Por esta razón, para el erudito suizo Meuli -según afirma Dobbs-, los griegos reciben este conocimiento ancestral teúrgico por su contacto con pueblos de fuertísima tradición y cultura chamanística. Por otro lado, ya desde fines de la Época Arcaica se cimentan las raíces de estas influencias a través de curanderos, videntes y maestros religiosos, todos ellos, de profundas tradiciones y rasgos puramente chamanísticos. Puede suponerse, asimismo que es de esta manera que el gran Abaris, con su magistral y poderoso arte teúrgico, podía desterrar pestes, y en su renovada “locura profética” hasta lograr predecir los terremotos y  propagar ampliamente el culto foráneo y extranjero del Apolo Hiperbóreo. Curiosamente, es este manejo de las fuerzas y sincronías que podía evidenciar ampliamente ´el theourgos´ lo que conllevaba todo un proceso -muy riguroso- de estudiar los mensajes escondidos en la simpatía cósmica a través de los sueños, signos, y oráculos y, que tenía la obligación, de descifrar para su mejor control y efectividad ritual. Es sabido, además, que Para Proclo: “…la teúrgia era el máximo poder de toda la Sabiduría Humana y era bendecida por las bendiciones de la adivinación y de los poderes purificatorios de la iniciación y, en una palabra, todas las operaciones de la posesión divina” (Procl., Theol.Plat).

Ahora bien, para los Neoplatónicos la teúrgia era el medio más efectivo para lograr ‘’bajar los poderes divinos a la tierra’’ y así poder lograr y facilitar el ascenso del alma purificada por el manejo y conjuros del fuego sacro del teúrgo. De igual forma, para el sabio Franz Cumont, la teúrgia era: “a respectable form of magic, an enlightened type of sorcery”.  No obstante, el gran filósofo Jámblico nos confirma: “The theurgist, by virtue of mysterious signs, controls the powers of nature. Not as a mere human being, or as [one who] possesses a human soul, but as one of a higher Rank of gods, he gives orders that are not appropriate to the condition of man. He does not really expect to perform all these amazing things, but by using such words he shows what kind of power he has and how great he is, and that because of his knowledge of these mysterious symbols he is obviously in touch with the gods”. (Georg Luck, Arcana Mundi , pág. 53). Cabe aclarar que es el ritual y a través de la consagración del fuego sagrado en conjunto con la pronunciación mística y elocuente de las palabras debidas y en total concordancia simpática entre letras y elementos, lo que logra abrir y penetrar, el pasaje secreto del Misterio Inefable.

De este modo, es así que se logra establecer y consolidar el fortalecimiento de los vínculos entre la ruta cosmológica teúrgica desconocida y la enigmática geografía cósmica astrológica con el poder del oficiante. En resumen, el Saber Teúrgico es solo el Poder Divino en manos del teúrgo al seguir la misión de aspirar al reencuentro de ese poder infinito que se encuentra latente en espera del MÁS ALLÁ en el MÁS ACÁ. ´´Supreme beings descended to earth, they lived in vast palaces called “mansions” and  “servants” -the priests- accorded them the care required by every great personage’’ (Serge Sauneron, The Priests of Ancient Egypt, pág.75). Es indudable, que el rigor ritual de los egipcios y de los (Teleumenoi = aquellos que han sido iniciados), como la estricta pureza de sus rituales y ofrendas, sea el mejor indicador de su celo teúrgico. De igual forma, este antiguo concepto chamánico y teúrgico de magia se logra establecer en función de la transmisión (paradosis) efectuada entre los más ocultos y privados significados mistéricos y ya dentro de un elaboradísimo y complejo cosmos social (Walter Burkert, Ancient Mystery Cults, pág.24).

De este modo, El Maestro inicia al aprendiz en su magia teúrgica para que éste pueda conocer la forma más eficaz y SEGURA de (epoide) o encantación ritual para afectar muy favorablemente la conducta de los Daimones. Es indudable que la teúrgia se convierte entonces en toda una clase superior de Opus Alquímico donde su forma práctica es una alquimia espiritual de naturaleza hermética y teléstica. La Gran Obra y el dominio del Fuego Sagrado se convierten así en una Obra Teúrgica, mediante la purificación del alquimista, como INICIADO al lograr en sí mismo exaltar su naturaleza baja y sublimar su cosmos personal para ser entonces ser asimilado al ORO SOLAR del FUEGO DIVINAL. La Sabiduría de los Oráculos Caldeos encierra, muy bien sellada, esta gloriosa enseñanza antigua recibida y asimilada en el Fuego Sagrado del viejo Zaratas (Zarathustra). No obstante, ese peligrosísimo fuego es el que tiene que aprender a manejar a la perfección el teúrgo alquimista-para no ser dañado por él-, ya que el mismo es de naturaleza dual contradictoria y complementaria. Es LUZ y OBSCURIDAD. Es Padre y Madre. Luna y Sol.

Es por eso, que el filósofo Empédocles siguiendo muy fielmente esa antigua Tradición del HILO DE ORO, estableció en su dualismo griego (a mediados del siglo quinto) lo que la vieja Cadena de la Tradición ya conocía y enseñaba. Además, hasta el erudito estudioso e investigador Peter Kingsley, nos presenta al filósofo como todo un mago y doctor de la tradición chamánica pitagórica (ver: Kingsley 1995ª, 185-191 en Burkert, Babylon, Memphis, Persepolis, págs. 116-117). Por otra parte, para Diógenes Laercio todo el aire se encontraba lleno de almas, que ellos creían, eran daimones y héroes, los cuales, enviaban sueños y señales a los humanos…y ciertas enfermedades también. En efecto, decía Laercio que el objetivo del ´´magi´´ era negociar con mucha veneración con los dioses a través de la oración, ya que de ésta forma, ellos podían escuchar. A su vez, ese significativo trabajo le tocaría entonces, a la teúrgia ritual. En todo caso, la reconocida teúrgia tradicional de los Julianos (el viejo y el joven), es realmente posterior a las más antiguas y elaboradas formas teúrgicas tradicionales. En todo caso, llamar incorrectamente a Juliano el Teúrgo como el iniciador de esta tradicional modalidad mágica no es factible ni correcto en estos momentos históricos.

Probablemente, gran parte de esta monumental tradición preservada en papiros mágicos, son elaboraciones y adquisiciones griegas de la gloriosa y milenaria tradición-mágico-teológica-egipcia-erudita-sacerdotal o, antiquísimas ideas (Oracula Chaldaica) muy bien “refritas” y reelaboradas, como sabiamente articuladas, por los griegos, en nuevos e interesantes contenidos y fusiones de viejísimas formas sacerdotales e iniciáticas (Garth Fowden, The Egyptian Hermes, págs. 62-63, 66, 134, 135). “So one can see how the belief may have arisen that theurgy had roots in Egypt, long before Iamblichus set about the construction of his synthesis” (Fowden, pág. 136). Parecería entonces, que este arduo proceso alquímico de reintegración cósmica está ligado a la posibilidad de retomar la Vía Sacra a través de las prácticas teúrgicas, para luego así, poder internamente restablecer muy sólidamente los vínculos perdidos-luego de la caída-, entre el universo mayor o macrocosmos y, el universo menor o microcosmos (Melothesia o astros en el cuerpo).
 
Por último, esta Divina Esencia habita en nosotros muy bien oculta, por lo que necesitamos URGENTEMENTE, aprender sabiamente a conjurarla y “llamarla” con el VERBO correcto y con el llamado o tono angelical armónico simpático, inmerso y escurridizo en el enigma de la Monas Jeroglífica. Asimismo, perteneciente a los Tres Reinos, el celestial, terrestre y subterráneo, como también a los Tres Principios, la sal, azufre y el mercurio. Como resultado y de esta forma hacemos la teúrgia filosófica un noble Camino de Vida reconociendo la Sabiduría Tradicional teúrgica como el ejercicio formal y espiritual del más sano  acercamiento a lo Divino Inefable. Pero cabe señalar, que solo bajo el influjo del Fuego Sagrado como entidad amable y salutífera procederemos a recibir los beneficios legítimos de los caminos astrológicos y cíclicos de la Rueda Medicinal, ya utilizando en los trabajos teúrgicos, ciertas plantas aromáticas, piedras e influjos celestes. Ese fue el Camino escogido por los Viejos Teúrgos de la Antigüedad y custodiado fielmente por Jámblico, Trithemius, Agrippa, Paracelso y muchísimos otros sabios más. El Espíritu Cósmico se hace UNO en el Fuego y su influencia y vibraciones mágicas y simpáticas se reviven en concordancia con la práctica ritual. Vapores…esencias y sonidos vuelven a participar de la energía compartida de los dioses limpios, puros y benévolos que se invocan en LUZ.

En las Montañas de Cidra, Puerto Rico. 
Víctor. A. Cabello. Reyes