Hay cosas que hemos escuchado desde que nacimos
y que, a pesar de que las hemos repetido
verbal o mentalmente, no siempre estamos convencidos del impacto real que
pueden tener en nuestras vidas. Hay prácticas y enseñanzas milenarias que nos
han llegado de tradiciones espirituales orientales y que todavía hoy muchos
cuestionan o perciben como peligrosas.
La ciencia, sin embargo, nos ofrece grandes
lecciones todos los días acerca del impacto que tienen nuestros pensamientos y
emociones en nuestra salud. Hoy comparto
con ustedes algunas de cómo nuestras actitudes hacia los demás transforman no
solo nuestra percepción de nosotros mismos, sino nuestra biología.
Ayudar a otros nos
hace más saludables
Un estudio de la Universidad de Carolina del
Norte en Chapel Hill analizó dos tipos de felicidad: la hedónica, que depende
de aumentar el placer y disminuir el dolor, y la eudaimónica, que está
relacionada con la capacidad de encontrar un propósito o significado mayor en
la vida. Los resultados del estudio
indican que, aunque el aumento de ambos tipos de felicidad en nuestras vidas
promueve salud física, aquellos que
encuentran un propósito y sirven a otros tienden a tener mayor producción de
anticuerpos para atacar los virus. Por
lo tanto, si quieres fortalecer tu
sistema inmunológico, comienza a ser más generoso con los demás.
Nadie se hace solo
El budismo ha enseñado durante miles de años
que el ser parte de una comunidad es clave para una vida feliz y
satisfactoria. De hecho, no conozco una
sola persona que se considere verdaderamente feliz que no forme parte
consciente de un grupo, ya sea familiar, espiritual, intelectual o con el cual
comparta cualquier otro vínculo en común.
Unos ciento cuarenta y ocho estudios que han incluido más de trescientos
mil participantes han descubierto que aquellos que desarrollan relaciones
sociales más fuertes mantienen un cincuenta por ciento mayor de probabilidad de
sobrevivir. El efecto positivo de crear
lazos sociales puede ser inclusive mayor
que el efecto del ejercicio o la obesidad en la longevidad de un ser humano.
¿Quieres vivir por más tiempo más saludable?
Procura crear relaciones significativas todos los días de tu vida.
Todas las religiones y filosofías espirituales
hablan de la compasión como una de las cualidades más importantes que debe
desarrollar un ser humano. Un estudio
realizado en el 2011 con la meditación budista de amor compasivo conocida como
meta determinó que los participantes aumentaron su sentido de presencia mental,
de propósito en la vida y fortalecieron su salud. Comienza hoy a desear mentalmente a todo ser
que te encuentres en tu camino: “Que estés bien… Que estés feliz”.
Referencia: Lily Garcia
enlace: opinion: Sabiduria de siempre
Bendiciones de Luz,
Sylvia