miércoles, 15 de octubre de 2014

Sabiduría de siempre


 
Hay cosas que hemos escuchado desde que nacimos y que, a  pesar de que las hemos repetido verbal o mentalmente, no siempre estamos convencidos del impacto real que pueden tener en nuestras vidas. Hay prácticas y enseñanzas milenarias que nos han llegado de tradiciones espirituales orientales y que todavía hoy muchos cuestionan o perciben como peligrosas.

La ciencia, sin embargo, nos ofrece grandes lecciones todos los días acerca del impacto que tienen nuestros pensamientos y emociones en nuestra salud.  Hoy comparto con ustedes algunas de cómo nuestras actitudes hacia los demás transforman no solo nuestra percepción de nosotros mismos, sino nuestra biología.

Ayudar a otros nos hace más saludables

Un estudio de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill analizó dos tipos de felicidad: la hedónica, que depende de aumentar el placer y disminuir el dolor, y la eudaimónica, que está relacionada con la capacidad de encontrar un propósito o significado mayor en la vida.  Los resultados del estudio indican que, aunque el aumento de ambos tipos de felicidad en nuestras vidas promueve salud física,  aquellos que encuentran un propósito y sirven a otros tienden a tener mayor producción de anticuerpos para atacar los virus.   Por lo tanto,  si quieres fortalecer tu sistema inmunológico, comienza a ser más generoso con los demás.  

Nadie se hace solo

El budismo ha enseñado durante miles de años que el ser parte de una comunidad es clave para una vida feliz y satisfactoria.  De hecho, no conozco una sola persona que se considere verdaderamente feliz que no forme parte consciente de un grupo, ya sea familiar, espiritual, intelectual o con el cual comparta cualquier otro vínculo en común.  Unos ciento cuarenta y ocho estudios que han incluido más de trescientos mil participantes han descubierto que aquellos que desarrollan relaciones sociales más fuertes mantienen un cincuenta por ciento mayor de probabilidad de sobrevivir.  El efecto positivo de crear lazos sociales  puede ser inclusive mayor que el efecto del ejercicio o la obesidad en la longevidad de un ser humano. ¿Quieres vivir por más tiempo más saludable?  Procura crear relaciones significativas todos los días de tu vida.

La compasión es la clave para una vida con propósito

Todas las religiones y filosofías espirituales hablan de la compasión como una de las cualidades más importantes que debe desarrollar un ser humano.  Un estudio realizado en el 2011 con la meditación budista de amor compasivo conocida como meta determinó que los participantes aumentaron su sentido de presencia mental, de propósito en la vida y fortalecieron su salud.  Comienza hoy a desear mentalmente a todo ser que te encuentres en tu camino: “Que estés bien… Que estés feliz”. 

Referencia: Lily Garcia
Bendiciones de Luz,
Sylvia

Emociones Inesperadas

Por: Lily García

Hace unas semanas tomé un taller sobre el tema de la escritura como terapia. En este se demostraban diferentes técnicas para ayudar a utilizar el arte y la escritura como ejercicios de sanación emocional.  

 En este taller la facilitadora cubrió una mesa con decenas de postales.  Había  fotografías, dibujos y pensamientos escritos. Nos pidió que escogiéramos una que nos “llamara” de alguna forma y que la utilizáramos de inspiración para escribir algo acerca de nosotros.   Yo recorrí visualmente la mesa y me detuve en una de las menos  llamativas.  Eran tres palabras sobre un fondo de dos colores.  Las palabras eran “Coming up next”, frase que podríamos traducir como “Y lo próximo que llega”.   Tan pronto la leí supe que la frase estaba conectando conmigo a un nivel muy personal.  Y esto fue lo que escribí 

“Si alguien me hubiera dicho cuando era una adolescente que mi vida iba a ser lo que es hoy, jamás se lo habría creído.  Recuerdo pensar en aquel momento  que lo tenía  todo planificado.  La obra estaba escrita y lista para ser representada. Yo creía saber qué era lo “próximo que llegaba” cuando dejé la universidad después de mi segundo año de un bachillerato en Química para casarme con el que había sido mi novio por cuatro años.  Íbamos, por supuesto, a pasar el resto de nuestra vida juntos. El matrimonio duró cinco años.

Nunca pensé que a ese matrimonio le iba a seguir otro, otro divorcio, un tercer matrimonio.  Siempre había dicho que nunca me iba a casar con un “gringo.”  “Y lo próximo que llega” es que conozco a un caricaturista de California en una parada de guaguas en Disney.  Eso fue hace dieciséis años y todavía estamos juntos. Cuando comencé a trabajar como reportera de noticias en la década de los ochenta sin haber estudiado periodismo pensé que había alcanzado mi mayor meta, que había llegado.  Sin embargo, trece años más tarde, una búsqueda espiritual muy personal comenzó a hacerme cuestionar mi propósito de vida.  “Y lo próximo que llega” es que dejo mi trabajo como reportera, comienzo a hacer mi propio programa de entrevistas, entro a la radio y empiezo a escribir una columna semanal de motivación y autoayuda. Como respuesta a mis columnas, llegan las solicitudes para charlas de motivación y posteriormente las certificaciones en coaching de vida y tanatología. Después de todo, este camino recorrido, con siete libros publicados, tengo que confesar que todavía no sé qué voy a ser cuando sea grande.  La vida nunca dejará de sorprenderme. Y trato,  aún en mis peores momentos, de agarrarme de la siguiente frase de poder: “Algo maravilloso está próximo a llegar. Me preguntó qué podrá ser”.

Referencia: Lily Garcia
enlace: emociones inesperadas
Bendiciones de Luz y Amor,
Sylvia