El número
Cuatro es representativo de la Madre Tierra y del Cosmos, a lo largo de siglos
de la historia humana, encontramos ese número y la referencia al Universo
Cruciforme.
En la lengua
Nahuatl el cuatro recibe el nombre de Nahui y en la Maya de Kan, que también
significa Serpiente. Al trazar el símbolo cruciforme del Nahui Ollin Teotl, La
Sagrada Cruz de Movimiento, vemos el símbolo de la X.
Coincido con
varios estudiosos que manifiestan que en el pasado la humanidad se desenvolvió
en una misma Tradición, a la que se le ha llamado Tradición Primordial. Vemos
como en sitios distantes del planeta, los concepto y claves se repiten, al
quitar la paja del camino siempre quedan
los mismos símbolos, en coincidencia y armonía.
Símbolos que
en realidad se ven a diario en la cotidianidad, que nos llaman, nos atraen, más
ya no estamos “conscientes” del porque de ello, les pondré algunos ejemplos:
La X:
representa un antiguo símbolo de entrecruzamiento de las fuerzas positivas y
negativas, de lo masculino y lo femenino, alude al nacimiento divino, a la
multiplicación de la vida.
Si lo
trasladamos a las matemáticas actuales es el signo de la multiplicación,
también se usa para representar una incógnita (misterio de la creación).
Continuando con
la idea más ahora en lo que nos dice la Biología, es posible percatarnos que
los cromosomas símbolos de la vida tienen forma de X, si se es mujer XX, si se
es hombre XY, más siempre la base es X, además de que el ADN está compuesto de
cuatro elementos básicos, cuyas diversas
combinaciones manifiesta la
multiplicidad de características de los seres que conformamos el reino humano.
Asociación de
X y el número Cuatro.
El símbolo
sagrado de la Cruz de la forma tradicional en que comúnmente se le conoce, o
bien en forma de X, ha acompañado a la Madre Tierra desde el principio de los
tiempos, no es un signo privativo del Cristianismo.
Del símbolo
se desprende el concepto de la vida, de la armonía, del equilibrio integral,
que le es posible alcanzar a quien de manera consciente transita por el
Cuádruple Sendero alcanzando la equidad
del Centro, logrando así que su ser Florezca.
Veamos
algunos ejemplos del número cuatro en el planeta y su presencia en diferentes culturas, con una
particular importancia:
Cuatro
Árboles Cósmicos sostienen al Mundo.
Ometeotl:
Omecihuatl (Dos Mujer), Ometecuhtli (Dos Señor), nos ubica en Nahui (4).
Cuatro
Vientos, Cuatro Puntos Cardinales, Cuatro Elementos, Cuatro Reinos, Cuatro
estados de la materia, Cuatro estaciones.
La Esfinge en
Egipto manifiesta el sagrado cuatro.
Los hebreos
refieren a los cuatro Arcángeles.
Los
cristianos a los cuatro Evangelistas.
Tan Sagrado
son los Vientos, los Rumbos del Universo, que en toda cultura, en todo rito que
se precie de serlo, ninguno se inicia sin el saludo previo a cada uno de ellos.
La salud
integral del ser humano, estriba en
estar en equilibrio, reconciliado con los Cuatro Elementos que conforman
la naturaleza; estar en armonía con cada uno de los reinos implica abrir la
puerta de retorno al paraíso.
Más hace
tiempo que la humanidad “rompió”, se distanció de su armoniosa relación con
aquello sagrado que representa la Sagrada Cruz, provocando con ello un grave
desequilibrio, el cual se traduce en conflicto, en destrucción, en soledad, en un
estar fraccionado, fuera de centro.
Para
recuperar el equilibrio del centro es necesario integrar la reconciliación con
el Cuádruple Sendero, alcanzar el equilibrio del centro, en donde las energía
se cruzan, en donde lo masculino y lo femenino se funden, generando la armonía
de la vida, tanto la visible, como la no visible.
He ahí el
símbolo del Sagrado Quincunce, cuatro puntos y un centro, el supremo Arte de
Ser Tolteca, contenido en una filosofía basada en la reconciliación de los
“opuestos”, que induce a que el ser Florezca.
Con Amor
Inphinito: Lolita Vargas Martínez . Malinalticitl.
Nota: El
Temazcalli es una excelente medicina, tendiente a reconciliar el ser consigo
mismo, a devolverle el equilibrio.