Por: Víctor. A. Cabello. Reyes
Sería necesario estudiar con mucho detenimiento
y observar de que manera en el Museo Nazionale del Bargello en Florencia, se
encuentra una estupenda y espectacular figura en bronce representando
bellamente al Mercurio alado, ella expresiva y en total movimiento dinámico, y
con su dedo índice de la mano derecha, señalando hacia arriba. Su pie alado
izquierdo vuela presuroso sobre el aliento sagrado que sale del rostro del
viento como viento o céfiro volátil… De esta manera, en esta bella fina y
majestuosa obra del maestro Giambologna (1564-80) podemos observar, muy bien
definido, el sombrero tesalio de ala ancha o Pétaso alado del glorioso y
portentoso Hermes Mercurial. Con frecuencia, se dice que fue gracias a
él-sombrero tesalio- que el servicial Hermes ayudó a Perseo a matar a la
Gorgona Medusa (la única de las Gorgonas que carecía de inmortalidad) al
facultarlo por obra y gracia del poder invisible de su casco alado, de esta
forma Perseo logra ganar la invisibilidad inmediata con su posterior premio de
la útil volatilidad del alado Pegaso.
Sabemos en todo caso, que en las imágenes
artísticas e instructivas de los Templos de los Constructores lapidarios, esta
fiel imagen del guardián de las puertas y espía nocturno (Hermes) era muy
frecuente, y jamás podía fallar en ellos, su firme representación iconográfica
hábilmente expuesta, junto a la del gallo, la
sagrada tortuga y la oscura cámara iniciática de la sagrada cueva gruta o
útero de la Montaña Sagrada de Cilene. Según podemos advertir, en los templos
consagrados al Toisón de Oro, y muy posiblemente desde 1430 con la creación de
esa benemérita Orden Ancestral, se toman y elaboran como también se
reestructuran, variados y ricos elementos mitológicos herméticos para consagrar
así, dentro de los mismísimos simbólicos templos, la vía del perfeccionamiento
humano a través de estructuradas y simbólicas representaciones analógicas
iniciáticas conjuntas entre el Opus Alchimicum y la Hermética.
En muchos aspectos, las estas complejas
enseñanzas apolíneas de las operaciones alquímicas del Arte de Hermes -de las
que Hermes era indiscutible Patrón- se plasmaban hermosamente en piedra y/o en
diversos materiales didácticos del Arte pictórico, lapidario y constructor. Ya
el enigmático Maestro Fulcanelli en sus Moradas Filosofales nos ilustró lo
suficiente al respecto. En consecuencia, la naturaleza del Mercurio es femenina, pasiva, volátil, fría y húmeda y de esta
forma, la ascensión del caduceo de Hermes, puede bien resumir la Obra
alquímica dentro de su complicada dirección sacro espinal y dorsal. Por otra
parte, es por eso, que “el dedo” hermético señala hacia arriba en la
singular obra del Maestro Giambologna. “EL Mercurio alado es volátil por
naturaleza (…) su vara con las serpientes enrolladas revela su poder (…) para
abrir cielo y tierra, dar la vida y la muerte. Y con su poderosa naturaleza
puede subir al cielo y bajar a la tierra para reivindicar las fuerzas de las
cosas superiores e inferiores”. (Herrn de Nuysement, Berlín, 1778).
Al parecer, para el Maestro Michael Maier, el
Dragón era también Mercurio y en él se escondía muy sigilosamente el Saturno
devorador (Atalanta Fugiens, 1618). De este modo, por ser su naturaleza
hermafrodita como ser doble o Rebis, es que logra conjugar sutilmente los
elementos e influencias astrológicas de los planetas Mercurio y Venus = Afrodita o mejor aún poder
representar el Sol y la Luna (Turba Philosophorum, Manuscrito latino de la
Biblioteca Nacional de París).
Llama la atención, que en la Turba
Philosophorum, se acredite sustancialmente la idea fundamental de una Filosofía
Ancestral, Philosophia Prisca o Perennis. En cualquier caso, el casco alado de
Mercurio representa ese Conocimiento sellado o Secreta Secretorum que solo se
consigue Per Ignem ad Lucem (Por el Fuego de la Luz) ya que es su SILENCIO la
“invisibilidad” profana, la mismísima
Sabiduría, o Scientia Immutabilis. Desde luego que, ese hilo o cordón de Oro se
manifiesta en el Arte Hermético gracias a que: “Todas las Cosas descansan
conectadas con Nudos Arcanos” y de esta manera se encuentran depositadas en el
mismísimo cuerpo del hombre como principio esencial floral y divinal. Pues,
ciertamente, al conocerse a sí mismo, el hombre conoce a Dios, ya que dentro
del hombre mismo, existe la capacidad expresiva de contener el Cosmos dentro de
él, como todo un magno microcosmos.
Ahora bien, conteniendo al Cosmos de forma
micro-cósmica, es entonces posible que
el enigmático universo se nos presente majestuosamente como un libro
esplendoroso que debe ser leído, descodificado y descifrado o como una gran
obra poética inmersa entre teúrgicos conjuros alfabéticos vocales o Misteriosos
cantos líricos órficos. Frecuentemente, Orfeo y Hermes van tomados de la mano
por el mismo sendero regenerativo ancestral para operar la metamorfosis
completa de la integración o reintegración de la esencia divina en la caída
cósmica. “La Unidad del TODO en el UNO ES”. (Giordano Bruno). Por esta
razón, El Maestro Paracelso, creía
fielmente en el Poder teúrgico y sacro de La ARCANA y en sus poderes ocultos y
herméticos que bajan desde el Macrocosmos con sus consabidos efectos
salutíferos de restauración del cuerpo del Hombre. En cierto modo, el Gorro
Alado de Hermes es un logro teúrgico asociado a cierta clase de
revelación-ayuda a Perseo-impregnado de recetas mágicas y alquímicas de fondo
similar a la consecución del Gorro Frigio en los poderosos y entheogénicos
Mistéricos de Mithra.
La Filosofía Hermética es una Vía o Camino de
esa misma Cadena de Oro milenaria y ancestral para alcanzar el conocimiento
intuitivo de lo DIVINAL y proseguir directamente hacia el humilde sendero de la
tradición inmemorial de Sabiduría.
Simbólicamente, así lo entendieron los Divinos sabios neoplatónicos
(Jámblico, Plotino y Proclus) como también, lo “presintieron” profunda y
nítidamente en la escuela o Academia espiritual de los Medici, Pico, Marsilio
Ficino y sus seguidores de la envidiable arcadia de la Villa de Careggi. “Only the qualified Platonic
philosophos is purified to such a degree that he achieves what others do
not, namely, the realisation of his
affinity (sungenes) with the divine”. (Algis Uzdavinys, Orpheus and the Roots of Platonism, pág. 75).
Y, en efecto, existen unas semejanzas y
concordancias asombrosas entre el sustrato y base espiritual del Orfismo,
Platonismo, Hermetismo, Esoterismo Judío, la teúrgia pura y práctica, los
cimientos nobles de la astrología y la difícil pero maravillosa lingüística
sacra del Poder mágico irresistible del Kadosh en la PALABRA PERDIDA del
Schemhamephorasch del Kabbalah. Todo ello permite afirmar, que esta Sabiduría
del Logos es la representación del ritmo ascendente del Caduceo Hermético,
donde al igual que en las viejas tradiciones de la India, se nos muestran
sorprendentemente dos serpientes ascendentes (¿Ida y Pingala y el Sushumna?) en
clara analogía a una estrecha pero oculta y hermética fisiología mística. ¿Está el Maestro Hermes enseñando y
señalando con su dedo el conocimiento oculto de la fisiología sacra del
kundaliní? ¿Son sus alas conceptos alquímicos de trascendencia volátil?
Parece fuera de toda duda, que la vía del conocimiento es la reabsorción
CONSCIENTE del soplo cósmico como
sustancia primordial de la Doctrina de la INMANENCIA. “Hombre Conócete a ti mismo’’. Es en
su cuerpo TEMPLO donde lo Espiritual toma cuerpo y el cuerpo se espiritualiza.
De manera que, lo semejante actúa sobre lo semejante. Caída y reintegración son
parte de una misma cosa. Se sube bajando y se baja subiendo. En las Montañas de
Cidra, Puerto Rico, Hoy 27 de noviembre de 2013.
Victor
A.Cabello
P.O.Box
1231 Cidra,Puerto Rico
00739
email:petalosdelarosapurpura@yahoo.com