En el Centro Ceremonial del Cerro del Bohíque, se llevó a cabo la segunda
Instrucción e Iniciación de Sahumadoras. En muchas de las anteriormente
iniciadas he visto su seriedad en torno al tema, como el Popochcomitl
(sahumador), ahora forma parte de su estilo de vida, acompañándoles en sus
ceremonias, actividades curativas y terapéuticas, y por supuesto en su honra y
ofrenda a lo divino, de verdad hermanas, “de corazón a corazón” les digo, que
su respetuoso y amoroso actuar al respecto, llena de gozo mi corazón, me
produce una alegría inenarrable al captar que he brindado un servicio hacia
ustedes, que con su actuar se multiplica como factor positivo en el entorno,
cumpliéndose así la noble función de la mujer, del ser femenino, como
“intermediara entre la tierra y el cielo”, entre las “diferentes realidades”,
entre muchas otras cosas. Ometeotl.
Más este
nuevo grupo de cihuameh, de mujeres, esta “segunda generación de Sahumadoras”,
me pareció sumamente maduro, muy atinado su momento para recibir el conocimiento
y hacerlo florecer, su actuar respetuoso, ordenado, disciplinado y dispuesto,
su entrega e interés en el tema, han sido uno de los preciosos regalos que me
hace la vida.
Fueron
33 las mujeres que sintieron el llamado en su corazón, atendiendo la convocatoria,
acudiendo a recibir la instrucción e iniciación. Número muy significativo de
mujeres, de edades muy diversas, de las jovencitas quinceañeras, hasta las
abuelas mayores de 70 años, incluso tres generaciones estuvieron ahí presentes,
la abuela, la madre y la nieta – hija, de verdad ha sido un honor contar con su
presencia.
Muy
temprano el 1 de febrero, la atenta y bien organizada hermana sahumadora Niria
Rodríguez, paso a recogerme para trasladarme al hermoso sitio del Cerro del
Bohíque, la charla en el trayecto fue amena, matizada por el bello paisaje, en
donde los diversos tonos de verde siempre me cautivan, me nutren, me llenan de
vida.
Al llegar al Cerro del Bohíque, el buen amigo
Don Juan, dueño y custodio del sitio se acerca al auto con sombrilla en mano,
pues había una ligera lluvia, y me informa que el Alcalde del Municipio de
Cidra y la prensa, me esperaban para otorgarme una Proclama y hacerme una
entrevista, grande fue mi sorpresa, ambos varones el Alcalde y Don Juan, me
cubren de la lluvia con sus sombrillas, mientras caminábamos por la vereda que
lleva al salón de actividades, en el trayecto un grupo de música nativa hace
sonar sus armonías, el atecocolli (caracol) anuncia la llegada, mientras que el
tambor y la flauta le acompañan, produciendo placenteras sensaciones en todo el
ser.
En el sitio ya se encontraban las hermanas
Sahumadoras, las que fueron testigo del acontecimiento, de las hermosas
palabras vertidas por el Alcalde del Cidra Javier E. Carrasquillo Cruz,
proclamándome “Visitante Distinguida”.
Mi experiencia en el tema, me hace ver que el
trato que se me otorgó, la recepción fue similar a la que se le da a personas
que destacan en el ámbito donde se desenvuelven, toda una grata sorpresa que
sobrepaso mis propias expectativas. Por ello es que al principio de este texto,
les hice participe de la “energía información” recibida hace años atrás, que me
auguraba una serie de “bendiciones” en Puerto Rico. Hay congruencia en ello.
Todo
resulto hermoso, fluido, armonioso, con señales del Espíritu confirmatorias de
estar en el camino correcto, para todas las enzarzadas en el tema, pues al
llegar el momento de encender su popochcomitl – sahumador, resulta que
solamente contaban con dos pequeños maderitos de tabonuco, un árbol resinoso característico
de Puerto Rico. Les comento que había llovido copiosamente en días anteriores,
y ese mismo día, razón por lo cual la actividad no fue al aire libre, sino a
resguardo, el ambiente estaba húmedo; las Sahumadoras bien sabemos que cuando
hay humedad, el carbón ha absorbido mucho de la misma, así que primero se tiene
que deshidratar para poder encender bien, para ello necesita varios maderitos
que provean de suficiente fuego, para lograr encenderlo.
Al
contar con solo dos maderitos, proporcionados amablemente por la previsora
Niria Rodríguez, que por propia iniciativa los llevó, mi persona le comenta al
grupo la dificultad que enfrentaban, no era fácil que pudieran encender el
carbón con ese modesto apoyo, más que hicieran su ruego genuino desde el corazón
al “Abuelo Fuego”, para proceder a intentarlo, y oh sorpresa, en tiempo bien
breve a todas les prendió su carbón, el humo blanco anunciaba el hecho, la
aceptación del ruego, de la ofrenda. Comprenderán lo feliz que me sentí con esa
respuesta, en donde la presencia de lo sagrado, del Espíritu de Vida otorgo ese
maravilloso regalo a todas las presentes. Honro y agradezco todo ello.
Cumplimos bien con todas las etapas, aquello
que abrimos solicitando la anuencia de “Las Direcciones del Universo”, lo cerramos
de igual manera, dando gracias y bendiciendo todo lo vivido, en amor y
gratitud.
Un final
acompañado de abrazos, de palabras de agradecimiento, de muchos sentimientos
nobles, ha sido muy grato, lo agradezco profundamente.
Gracias
también a Don Juan y su familia por facilitar el Cerro del Bohíque para esta
actividad, a la excelente organización del evento por Niria Rodríguez, a
Patricia y David de “Artes Sanadoras”, a Víctor Cabello, a las hermanitas de
“Tierra de Luna”, y a todos aquellos que hicieron posible esta Instrucción e
Iniciación de Sahumadoras.
Con Amor Inphinito: Lolita Vargas Martínez –
Malinalticitl
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